La ONG alicantina ha levantado en el país africano un hospital con 20 camas para maternidad que ofrece a las madres la posibilidad de dar a luz en condiciones seguras
En las regiones más desfavorecidas de Uganda, donde la pobreza extrema y la falta de recursos son una realidad diaria, nacen proyectos que no solo buscan ayudar, sino también transformar. Rafiki África es una de esas iniciativas que, además de ofrecer apoyo a los más necesitados, propone un modelo innovador para salir de la pobreza de manera sostenible. La historia de esta ONG alicantina tiene sus raíces en el párroco de Relleu y Orxeta, Juan Berchmans. Su vida en el Congo, marcada por el conflicto entre hutus y tutsis, lo llevó a vivir en un campo de refugiados en Uganda antes de llegar a la provincia de Alicante.

Las escuelas para los niños y los talleres para las mujeres son dos de los componentes del trabajo de la ONG / INFORMACIÓN
Consciente de las carencias extremas que sufren las comunidades africanas, decidió tomar acción desde el territorio alicantino con los limitados recursos que tenía. Pocos años después dio con un grupo de exdirectivos que decidieron apoyar su causa, generando lo que hoy es Rafiki África. Su sede se encuentra en las poblaciones de Kenziga e Ikoba, en las provincias de Sembabule y Hoima, donde han cambiado la vida de unas 20.000 personas. En estas zonas todavía hay niños que trabajan, comunidades que consumen agua de charcas contaminadas y miles de niños fuera del sistema educativo.
El objetivo de la ONG alicantina es claro: transformar estas realidades en menos de una década mediante un enfoque integral que abarca educación, salud, agricultura e infraestructuras. «Lo último que hemos hecho ha sido levantar un hospital con 20 camas de maternidad para que las madres puedan dar a luz tranquilas. También estamos muy contentos con el internado. En Uagnda, las niñas se quedaban embarazadas antes de los 12 años. Ahora, posibilitamos que puedan tener una niñez normal. Los padres se han dado cuenta de que es importante sacarlas del ambiente de la calle. Actualmente tenemos unos 850 niños estudiando Primaria y Secundaria», comenta el presidente de Rafiki África, Juan Amirola.





