Por iniciativa de los padres, fuimos a visitar la escuela “Henry Foundation School” en la que nos presentaron a su fundador y director el profesor Henry. Pudimos comprobar por nosotros mismos la falta de infraestructuras, material y servicios que tenía la escuela. En una parcela cedida por una asociación religiosa, el mismo director había levantado sobre la tierra un entramado de cañas en forma rectangular que se cubría con una chapa metálica a modo de tejado; había una única letrina para todos los niños que en ese momento eran unos 100, unos árboles que hacían las veces de sombrillas y bajo los cuales se impartían las clases y una valla de palos cruzados que delimitaba el terreno.
No existía ningún otro tipo de infraestructura o mobiliario dentro de estos habitáculos, los niños estaban sentados en el suelo, directamente sobre la tierra y disponían de una única libreta y un bolígrafo. No había pizarra ni puertas ni ventanas que aislara la clase de ruido, lluvia o viento.
Con el pabellón que le construimos con adobe y cubierta a dos aguas, al menos tienen solucionado el problema de tener un sitio a cubierto de las inclemencias metereológicas.
También les ayudamos con material escolar.