Rafiki y Magic Hotel de Benidorm convierten el ahorro de sus restaurantes en 300.000 comidas para niños vulnerables

Rafiki y Magic Hotel Group han encontrado una fórmula de ayuda a niños vulnerables a través de un programa colaborativo que evita desperdiciar alimentos en los restaurantes de la cadena hotelera. En unos meses el resultado es notable con el equivalente a 300.000 comidas que suponen un ahorro de 60.000 euros dirigidos a los comedores escolares de Uganda para facilitar un menú diario a 1.000 niños.

El sistema abordado por la empresa y la organización humanitaria no tiene ningún secreto, pero sí mucho trabajo y control para marcar un objetivo de ayuda que se basa en el desperdicio alimentario que domina a nuestra sociedad occidental. La presentación en Benidorm puede suponer la llamada para unir más fuerzas de participación.

Tanto Magic como Rafiki han tirado de manual integral para incluir a empresa, trabajadores y clientela en una conciencia solidaria a través de los alimentos.

El caso es que el método funciona y el ahorro generado con los productos en la cocina se ha convertido en 300.000 comidas en Uganda lo que a su vez quiere decir que 1.000 niños tendrán un menú diario del que disfrutar diariamente durante un año.

Sin derroche alimenticio

La tecnología más la formación del personal han sido fundamentales para aplicar esta iniciativa en la que los alimentos sacados de la nevera ya van controlados en peso y calidad por un sistema de autocontrol y que mide el desperdicio en la compra, en la preparación o en la exposición y el emplatado. Estos son pasos importantes para no generar un derroche alimenticio en el servicio que luego no iría a parar a ningún lugar.

Los empleados también son proclives a una conciencia de sostenibilidad, con un proceso en el que están implicados todos los departamentos. Todo ello además va también a favor de la empresa, cuyo vicepresidente Javier García, calcula en un ahorro del 5% en seis millones de servicios en el total de las empresas de la cadena que cumplen con el programa.

Tres euros por comida

En conclusión, la concienciación en la cocina y entre la clientela ha hecho posible que las 300.000 comidas supongan 60.000 euros para los escolares de Uganda; cada comida que sale tiene un coste de 3 euros, un coste que en el país africano es de 0, 25 céntimos.

Una logística que sorprende por lo que puede comportar si en unos meses otros hoteles se suman a esta dinámica de ahorro económico para la empresa y de un poco de ayuda para personas más desfavorecidas.

Aquí la responsabilidad entra ya de lleno en el canal que ofrece la Ong Rafiki que preside Juan Amirola desde hace años, amplio conocedor de las necesidades que se abren en las zonas rurales y alejadas en la selva del país ugandés.

Allí entre proyectos levantados de escuelas, hospital de maternidad, centros de formación o pozos de agua, toma ahora dimensión solidarizarse con estas gentes con pocos recursos que asisten a los comedores por obra y arte de un ahorro en los hoteles de Magic.

Son acciones modestas, pero que permiten mejorar el nivel económico, social y cultural de las comunidades

Juan Amirola

— Presidente Ong Rafiki

El presidente de Rafiki especifica que la incorporación de la cadena ha sido un resorte crucial para la acción de la Ong ya que pone en marcha una maquinaria con herramientas al completo por atender carencias primarias y básicas de la población de aquel país. “Son acciones modestas, pero coordinadas que permiten mejorar el nivel económico, social y cultural de las comunidades”, resaltó Amirola.

Y aquí es curioso y lo reitera Javier García, que la solidaridad se ve acompañada por los beneficios para la empresa. Lejos de los costes, los hoteles incrementan sus beneficios o reducen gravámenes como el de Impuesto de Sociedades que bonifica la donación de los excedentes alimentarios.

Hay que sumar que el desarrollo de estas acciones también promueven la sostenibilidad que “no es solo una responsabilidad, es una forma de cuidar a las personas. Esta donación es solo el inicio: queremos que sea la primera de muchas acciones solidarias dentro de Magic Planet y que más empresas del sector se unan a este camino”, sostiene García.

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